lunes, 20 de febrero de 2012

Cámaras Telemétricas


Lo que voy a contar a continuación es simplemente mi opinión personal. No es la verdad absoluta sobre nada; lo que a una persona le funciona, a otra no. El motivo de escribir esto es el ofrecer una alternativa fotográfica a lo que el mainstream comercial nos ofrece. En estos momentos hay en el mercado cámaras digitales de 36 megapixeles... 36!!! Esto está bien si vas a hacer copias tamaño “toro de Osborne” supersizeme. Lo que voy a explicar se aplica a lo que en fotografía se llama candid photography, fotoreportaje, photojournalism... llámalo como quieras, básicamente consiste en fotografiar la vida, sin inmiscuirte en ella, retratar lo mundano, lo cotidiano... y no manipularlo. Si no te gusta lo que ves, vete a otro sitio. El único accesorio que necesitas para esto son unos zapatos cómodos.



Bueno, veamos qué es una cámara telemétrica y por qué creo que *puede* ayudarte a ser mejor fotógrafo. Una cámara telemétrica es una cámara que usa un sistema de enfoque por telémetro. De perogrullo, no? El telémetro es un sistema por el cual en el visor ves dos imágenes que cuando están enfocadas se superponen. Es por tanto un sistema de enfoque manual muy rápido y preciso; más que muchos autofocus.


Otra de las ventajas de este tipo de cámaras son las pocas prestaciones que te ofrece: velocidad de disparo, apertura de diafragma y enfoque. Punto. Y eso es así porque NO necesitas más. La fotografía es muy simple: un haz de luz pasa por un objetivo y deja una imagen latente dentro de una cámara oscura que después se procesa o revela para poder visionarla. Ya está; no lo compliques. El tener tan pocas prestaciones hará que tengas que investigar, equivocarte, experimentar (principalmente equivocarse en mi caso) para ver los diferentes efectos que puedes conseguir, ver dónde están los límites... Lo mismo pasa con la apertura de diafragma: a base de hacer fotos te darás cuenta de la importancia de la profundidad de campo en la composición.




Vayamos a los objetivos: otra de las delicias de las telemétricas es lo limitado que estás con objetivos. Mejor, menos complicaciones; recuerda, no lo compliques. De entrada todos los objetivos son focales fijas. Es decir, no hay zoom; si quieres que las cosas se vean más grandes caminas hacia delante, y si quieres que sean más pequeñas caminas hacia atrás. Además la gama de focales está limitada a 135mm. Muchas de estas cámaras sólo montan un 50mm. Es todo lo que necesitamos; muchos grandes fotógrafos usaron principalmente -algunos como Henri Cartier-Bresson, exclusivamente- un 50mm. Por algo esta focal se llama una “focal standard”, no? De cualquier modo, e independientemente de qué objetivo uses, el caso es que tienes que aprender a “ver” en esa focal, a interpretar la realidad con el encuadre que llevas montado al cuello. Y esto es lo que con la práctica te ayudará a encontrar fotos en los sitios más insospechados.



Quizás la principal ventaja de una cámara telemétrica es lo silenciosa que es. Silenciosa en términos fotográficos: se pueden tomar fotos nítidas a pulso a 1/4 de segundo o más, y silenciosas al oído: puedes hacer fotos junto a desconocidos sin que nadie oiga nada. ¿Por qué? pues porque el obturador de muchas de éstas cámaras (de las mías al menos) es un una cortinilla de tela. Sí, un trozo de fieltro que se repliega cuando avanzas la película y que sale zumbando cuando disparas. Y si el dial de la cámara pone 1/1000, ese trozo de trapo va a dejar pasar la luz durante una milésima de segundo. Alucinante. Además, al no tener un espejo que se abate, la distancia entre el objetivo y la película o sensor es muy pequeña: unos pocos milímetros frente a varios centímetros en una réflex, y eso se nota en la nitidez. Otro punto a tener en cuenta es que con una telemétrica lo que ves en el visor no es lo que va a salir en la foto. En una reflex tú ves lo que el objetivo ve, pero en una telemétrica ves a traves del visor que es sólo un trozo de cristal. Para empeorar las cosas muchos objetivos bloquean parte de la visión del visor; vamos que tiiras casi a ciegas. Pero esta limitación también hace que agudices el ingenio y tengas que imaginar o "ver" la foto en ese trozo de cristal.



Quizás alguien piense que estoy hablando de cámaras carísimas y difíciles de encontrar. Nada de eso; yo estoy tieso ( hipotecatus ergo tiesus ), pero una cámara de estas la puedes encontrar por el precio de una compacta o reflex digital en ebay o tiendas fotográficas online. Y no tienes que preocuparte por actualizaciones de software, HDR, videoHD, tarjetas que se van, discos duros que se autodestruyen y demás. En realidad lo que propongo es una alternativa mucho más económica, ecológica y consecuente con los cambios económico-sociales que vivimos hoy en día, pero siempre puedes dejarte llevar por lo que dictan las modas y nuevas "necesidades" y acabar con un toro de Osborne en el salón; puede que haga buen feng-shui, no sé. Como dije al principio, una opinión personal y subjetiva, y también una opción. Nada más.