miércoles, 7 de diciembre de 2011

Back to the Future





La musa improvisa ha hecho que llegue a mis manos ésto: la protocámara de 35mm; una cámara que no existió, al menos para el público en su día. Pero hagamos un pequeño viaje en el tiempo...


Corría el año 1.913 cuando un señor llamado Oskar Barnack decidió llevar su sueño a la práctica: construir una cámara fotográfica portátil. Para ello había diseñado un nuevo formato fotográfico: 135mm (el carrete que conocemos de toda la vida). Oskar no se complicó mucho la vida, ya que usó la misma película que se usaba en esa época para rodar cine, y lo único que hizo fue doblar el tamaño de los negativos que pasaron a tener el familiar 24x36 ( lo que en digital viene a ser “full frame” ). Como curiosidad, para decidir cuánta película iba a ir en el carrete, el señor Barnack tomó una tira de película, estiró los brazos todo lo que pudo ( es decir, su altura ) y decidió que con eso bastaba. Y por eso los carretes tienen 36 exposiciones.


Durante unos años, Oskar y su amigo Ernst Leitz construyeron dos o tres prototipos para ver la viabilidad del nuevo formato, pero en 1.923 había llegado el momento de ver lo que podía dar de si la cosa y construyeron 25 cámaras como ésta para que las probaran algunos fotógrafos. La opinión de éstos no fue positiva, pero el señor Leitz decidió seguir adelante con el proyecto de Barnack y este prototipo fue la base para diseñar la Leica I, la primera ( en realidad segunda ) cámara que usaba película de 35mm. La fotografía salía del estudio y tomaba las calles. A partir de ahora cualquier cosa podía ser objeto de una fotografía, y ya nada sería igual.